QUIERO COMPARTIR MI SENTIMIENTO

( 25 de mayo de 2010)

En una suerte de triduum de bicentenario, “de fin de semana largo mediante”.

Los argentinos fueron sorprendidos con “diversos” festejos de un solo Bicentenario de la República Argentina, el de la Patria.

En esa diversidad asumida, de conducta Kafkiana, los responsables de los destinos de la nación, protegidos en un “restringido círculo”, escondidos en sus madrigueras, observando desde lejos, tras un muro de cristal, en un ensimismamiento de autodestrucción , imponen una representación del hombre exterior en un mundo no tan legal, ni tan real, a los ciudadanos de bien se resisten a la pretensión de estos señores

¡ que beban del veneno teñido por su odio!

por la negación de si mismo, mezcla de melancolía hilarante.

Mientras en la superficie del mundo auténtico, el hombre invisible que se hace visible porque no juega con los principios, y si, se juega por su existencia, hallando el sentido de la vida misma.

Este hombre anónimo, que casi muerto a fuerza de vivir; con un insaciable deseo de una ética heroica con su pasión de ser argentino, despliega su virilidad en un Sacro-oficio en todos los escenarios de la Patria.

Ayudó a escribir la historia de manera silenciosa y laboriosa, en los pueblos, en las estancias y también en la ciudad.

Fue obrero ante la propuesta de progreso, fue educador para derrotar al flagelo de la ignorancia y fue soldado cuando el clarín de la Patria lo llamó para armarse en defensa de la soberanía, dejando su sangre en los barrancos de la vuelta de Obligado y si, aún está la sangre fresca de soldados argentinos en las turbas heladas de las Islas Malvinas; Aunque los cipayos coquetean con el enemigo, seguramente, porque el Himno Nacional abreviado no canta “ y a sus plantas rendido un león “

La idea ausente por parte del gobierno fué, no tener un pensamiento unificador hacia el futuro adeudado desde siempre.

Y la invitación esperada por los argentinos, era una celebración colectiva que contenga esa idiosincracia americana, honrando al legado de los prohombres que dejaron una lengua, una fe cristiana y una cultura de trabajo, de justicia y la pertenencia a un pueblo crisol de razas, como dijera José Vasconcelos “Una raza cósmica”.

Lo más notable de este fin de semana largo fué la Solemnidad de Pentecostes; - se puede decir, no existe la casualidad.

Existe la causalidad – Por la acción actualizadora del EspírItu Santo, llamando a todos los pueblos a compartir las maravillas de DIOS (Hch 2; 12). I

nvitación al hombre nuevo, dejando al hombre viejo.

Pero este destino, una vez más deja en suspenso esta historia… y los mandatarios de oidos sordos no escuchan ni ven el camino…

Por sus prejuicios ideológicos, abonan la semilla de odio con antagonismo de facciones que ciclicamente en estos docientos años, reaparecen en distintos momentos con distintas denominaciones y un mismo fin “ la discordia nacional ” a favor del neocolonialismo; Como ya mencionara José Hernandez en el Martin Fierro

¿Qué se festeja entonces?

Si no sabe que es el Ser argentino, qué se quiere lograr, hacia donde avanzar.

Basta ver los escenarios presentados para entender que los hombres que hicieron grande esta Patria, no fueron interpretados.

No fueron interpretados en su austeridad, en su entrega, en su patriotismo y por supuesto que tampoco se tomó de sus máximas como ejemplo de vida.

Razón por la cual no aparecen representados; Pero si, impuesto a la fuerza un cuadro del che´ como si pudiera sentarse al lado de un Chacho, de un Quiroga por citar algunos. – a qué argentino de bien consultaron para mostrar siniestro personaje de la cultura de la muerte.

Los argentinos con seguridad esperaban ver el colorido federal del interior de la república, las fiestas vecinales recordada con nostálgia, el desfile militar con mayúsculas, a los veteranos.

Pero una vez más al igual que como fueron traídos de las Islas por la puerta de atrás, tuvieron que “ saltar ” la valla para desfilar; Viva y perdure ese coraje entre los argentinos.

La cultura que entienden ellos es la murga – como sus vidas – saltimbanqui, futbol para todos y al final… pan y circo.

No conocen un rancho de Valderrama ni el patio de los Carabajal.

Como final, estoy seguro no hay que esperar otros cien años para ver solucionado este dilema de identidad, cualquier hombre con dos dedos de frente ya sabe que en pocos meses trataran de esgrimir nuevamente su arma de utópicos y sofistas.

Valdra la pena recordar entonces la visita a la Argentina de aquel filósoso que sentenció “ argentinos a las cosas ”


RODOLFO “CHICHO” CAMPANELLO
Veterano de Guerra de Malvinas