¿Qué se esconde bajo las aguas de las Malvinas? ¿Qué es lo que mueve a los gobiernos de la Argentina y de Gran Bretaña a subir la tensión en la disputa por la soberanía?
¿Por qué existe tanto y tan repentino interés de las petroleras para instalarse en el mismo mar que alguna vez albergó los horrores de la guerra?
Una respuesta atraviesa todos los interrogantes: la posible existencia de 60.000 millones de barriles de crudo ocultos en el lecho submarino, uno de los tesoros aún vírgenes del oro negro.
La consumada instalación de la plataforma Ocean Guardian en las aguas que circundan a las islas, ayer, en medio de una febril escalada diplomática en la disputa bilateral por la soberanía de las islas, azuzó el debate por los recursos naturales de esos territorios a casi 28 años del conflicto bélico.
Las cifras de semejante tesoro hidrocarburífero son difundidas por las autoridades isleñas desde su sitio oficial de Internet.
Aunque nadie, ni en Londres ni en Buenos Aires, sabe con precisión exacta cuánto petróleo se esconde bajo el mar.
Pero hasta en las estimaciones más conservadoras, las cuatro empresas que operarán con la plataforma en la cuenca norte de las islas vendieron a sus accionistas la perspectiva de descubrir al menos 17.000 millones de barriles de crudo.
Esa sola cifra, puesta como guía para las operaciones, sobrepasa holgadamente las reservas probadas de la Argentina y de Gran Bretaña: la primera orilla los 2600 millones de barriles, y la segunda, los 3800 millones.
El interés y las expectativas que estos números han generado son altos.
A tal punto que han logrado movilizar recursos millonarios y poner en un nivel de máxima alerta a la diplomacia local y británica.
"Tenemos grandes perspectivas, pero la realidad es que hasta que no se perfore, no se sabrá exactamente qué hay.
Existe una idea de estructura y geología que ofrece enormes expectativas para la exploración, con altas probabilidades de éxito", explicó a La Nacion desde las Malvinas Emma Edwards, responsable en el consejo legislativo que gobierna las islas de los temas petrolíferos.
En su página oficial, las autoridades isleñas dan cuenta de que la búsqueda de hidrocarburos en plataformas offshore se remonta a 1998, cuando seis pozos fueron perforados en el norte de las islas.
"Estos pozos probaron la presencia de una muy rica fuente orgánica que podría generar hasta 60.000 millones de barriles de petróleo", dice el gobierno de las islas, en busca de tentar a las petroleras, incluso aunque está bajo disputa de soberanía.
La caída en los precios del barril de petróleo llevó a las empresas que operaban en la cuenca en la década de los 90 a posponer sus operaciones.
Ahora, cuando el crudo tiene perspectivas de llegar a los 100 dólares el barril, el interés renació.
Tras la llegada a las islas de la plataforma Ocean Guardian, la empresa de bandera británica Desire Petroleum será la primera en iniciar en las próximas horas las operaciones de perforación y exploración.
Trabajará en unos ocho pozos desperdigados sobre el mar, al norte de las islas, a unos 150 kilómetros de la costa.
A esta compañía se sumarán en los próximos meses otras tres firmas de bandera británica: Falkland Oil & Gas, Rockhopper y Borders & Southern Petroleum.
Las cuatro empresas cuentan con licencias de explotación petrolífera brindadas por las autoridades malvinenses.
El gobierno argentino no reconoce estos permisos.
"Es factible que existan cuantiosas reservas de hidrocarburos.
A la luz de los nuevos precios del petróleo y ante el hecho de que se está terminando el petróleo en el Mar del Norte, Gran Bretaña ha salido a accionar sobre los recursos submarinos de las islas, que ilegal e ilegítimamente pretenden aprovechar y usufructuar" , dijo a La Nacion el vicecanciller Victorio Taccetti.
Sin seguridad jurídica
"Este accionar, con empresas que no tienen seguridad jurídica, pues trabajan en un territorio bajo disputa, forma parte de la tradición británica de avanzar sobre recursos naturales que no le pertenecen.
Lo han hecho durante siglos, con sus colonias por todo el mundo.
Pero la Argentina no está dispuesta a hacer concesiones sobre sus derechos soberanos", agregó Taccetti.
Las cifras del petróleo que se esconde en las aguas de las islas sorprenden incluso a los expertos. "En el mercado, la única reserva probada es la reserva descubierta.
Para que este potencial se transforme en probado, hay que hacer la perforación", dijo Daniel Montamat, ex secretario de Energía de Fernando de la Rúa.
Y agregó: "Perforar cada pozo les sale a las empresas entre 50 y 100 millones de dólares.
Si están arriesgando esto, es porque tienen una sísmica de aproximación por demás interesante. Lo que no deben tener en claro es cuál es la magnitud de los yacimientos".
Lo único en claro por estas horas es que todos están detrás de ese espeso y oscuro tesoro submarino.
Lucas ColonnaLa Nacion
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